Durante mucho tiempo, los economistas hemos centrado esfuerzos en hallar y comprender los determinantes que favorecen el crecimiento económico. Robert Solow (1950) formula matemáticamente el modelo de crecimiento económico explicado a través del capital, trabajo y progreso tecnológico. Desagregando lo que implica el progreso tecnológico, diversos modelos económicos centran la idea en que la inversión en I&D estimula el crecimiento a través de la obtención de nuevos productos y métodos productivos.
No obstante, no es suficiente la creación de conocimiento dada la I&D si no se complementa con una difusión adecuada de los descubrimientos. Así, Blind (2011) sustenta que el conocimiento también debe ser ampliamente difundido, para que la mayor cantidad de agentes económicos puedan usarlo. En este contexto, aparece la idea de lo que conocemos como “estándares” o “normalización” en la economía.
¿Qué es un estándar?
Según la ISO, la estandarización o normalización es definida como la actividad de establecer y registrar un conjunto de soluciones a problemas reales o potenciales cuya disposición es de uso común. Formalmente, se define un estándar como una serie de documentos aprobados por una institución reconocida, que prevé reglas hacia las características de los productos o procesos productivos y cuya observación no es obligatoria (Zuñiga,2017). Según Leonard (2020), existen dos tipos de estándares, siendo estos 1) Técnicos que hacen referencia a las especificaciones, parámetros y características de un producto y 2) No técnicos, haciendo referencia a los Procedimientos, procesos y prácticas productivas.
¿Qué beneficios trae su implementación?
Según Zúñiga (2017) los estándares brindan información respecto a la calidad de los productos y procesos empleados durante su fabricación. Además, favorece la compatibilidad de productos, lo que genera un efecto de complementariedad, ejemplo de ello, los artefactos eléctricos y tomacorrientes. Swan (2010) y David (1987) proponen una categorización para plasmar los efectos de los estándares de acuerdo a los problemas económicos que ayudan a revolver.
- Compatibilidad e interacción: Debido a los “switching costs” y “network effects” que enfrentan los productores y consumidores.
- Calidad y seguridad: Debido a la variedad de productos que enfrentan los consumidores y la presencia de fallo de mercado (asimetría de información) lo que reduce el comercio. Los estándares ayudan al consumidor reduciendo los costos de transacción y búsqueda que se presenten.
- Reducción de variedad: Se minimiza la proliferación desperdiciada de modelos mínimamente diferenciada, lo que explota las economías de escala. Aumenta los beneficios tanto del producto como del consumidor, debido a la reducción del riesgo enfrentado por los productores dada la competencia que se genera.
- Información y medida: Facilita el comercio, pues se confirma que los productos son lo que realmente se espera, reduciendo riesgos.
Algunos ejemplos de organismos que participan en la normalización:
- Comisión del Codex Alimentarius
- ISO – Organización Internacional de Normalización
- IEC – Comisión Electrónica Internacional
- ITU – Unión Internacional de Telecomunicaciones
- CENELEC – Comité Europeo de Normalización Electrotécnica
- CEN – Comité Europeo de Normalización
- INACAL – Instituto Nacional de la Calidad (Caso Peruano)