La oferta monetaria es un agregado fundamental para los hacedores de política monetaria. Es importante mantenerla controlada pues fuera del equilibrio puede incentivar el incremento de la inflación o afectar el crecimiento económico. En ese sentido, es esencial tener calculada la oferta monetaria. Sin embargo, esta es clasificada de diferentes maneras dependiendo de la liquidez de los activos monetarios. Internacionalmente se consideran cuatro definiciones distintas para la oferta monetaria: M0, M1, M2 y M3.
M0 es la representación más líquida de la oferta monetaria. Consiste en todas las monedas y billetes, es decir, todo el dinero físico, que se encuentra en manos de los usuarios. A esta forma de dinero también se le conoce como circulante o base monetaria. Básicamente contiene toda forma de dinero que está en constante movimiento, instantáneamente disponible para cualquier transacción.
M1 es la segunda representación más líquida de la oferta monetaria. Consiste en todas las monedas y billetes en manos de los usuarios (es decir M0) más los depósitos a la vista en moneda nacional del sector privado. Los depósitos a la vista son todas aquellas cuentas de las cuales se puede retirar el monto total de forma instantánea y que no generan intereses (depósitos de cuenta corriente). Ciertamente esta forma de dinero también es muy líquida y contiene todo el dinero del que un usuario puede disponer en el futuro inmediato.
M2 pasa a conformar una forma de dinero menos líquida. Contiene a los tipos de dinero mencionados en M1 (monedas y billetes en manos de los usuarios y depósitos de cuenta corriente) más otros activos circulando, los depósitos en cuenta de ahorros (se puede retirar el dinero cuando sea conveniente y sí genera intereses) y los depósitos a plazo (depósitos cuyo contrato estipula que el dinero no puede ser retirado hasta cumplir un determinado periodo de tiempo) en moneda nacional. Con ello M2 en verdad consiste en el total de oferta monetaria en moneda nacional.
Finalmente, M3 es una extensión de M2 en donde se incluyen a los depósitos y otros valores en moneda extranjera. Esto da como resultado al total de oferta monetaria (en moneda nacional y extranjera) que ha sido emitido por las instituciones financieras. El BCRP lo define como “la definición nacional de dinero en el sentido amplio”.