El Pleno del Congreso de la República aprobó, pese a la advertencia de analistas y gremios productores respecto a su nulo impacto real en los gastos de las familias, la exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV), al pollo, huevos, fideos, pan y azúcar. Juan Jose Marthans, director de Economia de la Escuela de Dirección PAD, declaró a diario Gestión que la medida no será efectiva, por las siguientes 10 razones.
- La presencia de la informalidad en la cadena de producción y comercialización de Perú es amplia, en donde los productos exonerados están dentro de ella. En ese entorno, no se suele comprar con factura o vender con boleta.
- con inflación creciente será fácil dejar de trasladar una exoneración IGV al precio final del consumidor. Al continuar creciendo los precios, el efecto de la exoneración se “licuará” día a día. La inflación es un fenómeno no estático.
- Algo de impacto de la exoneración podría darse en cadenas de comercialización grandes y formales. Esto es un beneficio para los segmentos menos vulnerables. Entonces los más pobres no se beneficiarán.
- Cuando la medida no surta efecto se responsabilizará a la especulación y a las grandes comercializadoras y productores. Esto será aprovechado políticamente por este gobierno en contra del libre mercado.
- Se llegarán a proponer nacionalizaciones y expropiaciones dada la inoperancia de las exoneraciones. Es más se presionará al control de precios.
- Lo ideal era focalizar el apoyo a favor de los segmentos más vulnerables, lo cual es poco probable hoy porque este gobierno ha despedido a lo mejor de los técnicos del sector público y del MIDIS.
- El derroche y costo fiscal “serán tremendos” a fin de ejecutar medidas que no serán efectivas. Con la creciente inflación, el costo fiscal crecería exponencialmente, más de lo que se ha estimado.
- Si bien el origen de la inflación es externo, ningún analista serio se atreverá a decir cuán transitoria será, pues su causal es complejo. Mientras más dure, los costos en Perú crecerían geométricamente. Pensar que el segundo semestre bajará la inflación es cada vez menos real.
- El desorden a generarse será aprovechado por grupos delincuenciales infiltrados en la administración pública. Serán capaces de importar alimentos con sobreprecios.
- cada día que la desconfianza en esta administración gubernamental crezca, el descalabro de precios podría ser mayor. Hasta para combatir la inflación necesitamos credibilidad, y este gobierno no la tiene.
Asimismo, el docente y experto en finanzas de Pacífico Business School, Jorge Carrillo, precisa que esta exoneración de IGV a los productos básicos no implicaría que los precios bajen un 18%, que es el monto que se pagaba de impuesto.
«Si se trasladase en su totalidad al consumidor final, disminuiría los precios de estos bienes en un 15.25% y no en 18% como algunos indican, ya que este tributo es el 18% del “valor de venta”, y no del “precio de venta”, que es el monto final que se paga (valor de venta + IGV = precio de venta)», explicó.