Test de Fracaso de Mercado

La intervención del Estado en el mercado responde a la búsqueda por maximizar el bienestar de la sociedad, para ello busca restaurar la pérdida de eficiencia del mercado y la equidad social. ¿Qué genera esta pérdida? Muy sencillo, una falla de mercado. En ese sentido, ¿Cuándo hay una falla de mercado automáticamente debe llevar a que el Estado intervenga? La respuesta es no, ya que el Estado debe realizar un análisis donde evalué los efectos de su intervención y demostrar si sus beneficios superan sus costos. 

Según Barrantes (2019) “Las fallas de mercado son una condición necesaria para la intervención del Estado, pero no una condición suficiente”. Por ello, determina si la intervención se justifica o no es indispensable. Aquí nace la recomendación de Spulber (1989) denominada “Test de fracaso de mercado”. 

El test de fracaso de mercado es una prueba que determina si los beneficios de la intervención superan los costos, es decir, si la intervención trae a la sociedad más beneficios que los costos incurridos en ejecutarlas. Consta de 3 pasos, de forma secuencial y ordenada:

1. Verificar la existencia de fallas de mercado: ¿Hay alguna falla de mercado?
2. Determinar posibles soluciones a las fallas constatadas (teniendo en cuenta las mismas restricciones que lidia el sector privado) : ¿Existe algún instrumento para contrarrestar la falla de mercado?
3. Evaluar a partir de un Análisis de Costo Beneficio (ABC) : ¿Los beneficios del instrumento superan los costos?

Sin embargo, antes de verificar si una falla de mercado existe, debemos tener en cuenta un paso 0 “La identificación del mercado”, la cual consiste en tener claro los siguientes puntos: