En lo que va del 2022 la Unión Europea (UE) hace frente a un gran dilema: cómo reducir su gran y costosa dependencia de la energía rusa y continuar manteniendo el suministro para la población y las empresas de todo el continente. Rusia es considerado el mayor exportador de gas natural del mundo que abastece a la mayor economía de Europa. De ahí que Rusia suministre el 40% del gas natural de la Unión Europea (UE) y el 27% de su petróleo importado, percibiendo más de 400,000 millones de euros anuales. Sin embargo, la guerra entre Rusia y Ucrania abrió puertas a conflictos con sus países vecinos, generando que la ex-país soviético cambie el método de pago para sus clientes (países de la UE) a raíz de las sanciones económicas impuestas por Europa, método que no fue bien visto por los clientes europeos.
En la actualidad, una proporción de Europa depende del gas ruso tanto en las industrias como para las calefacciones en los gélidos inviernos. De manera que, la UE, dado el contexto en el que se encuentra, ha decidido planear un cambio para dejar gradualmente la dependencia en el continente de los combustibles fósiles rusos. Por ende, la UE planea acelerar su cambio a la energía verde a través de la estrategia denominada “REPowerEU”, lo que en español significa re-energizar la UE, teniendo como objetivo reducir las importaciones de gas ruso en dos tercios en 2022.
Asimismo, Jonah Fisher, Corresponsal del Medio Ambiente de la BBC, señaló que esta propuesta también cumple con la promesa futura de abandonar por completo la energía rusa para el 2030.
Esta estrategia, se centra en temáticas claves:
- Mejorar la eficiencia energética.
- Expandir el uso de energía renovable.
- Asegurar proveedores de petróleo y gas que no sean rusos.
Por un lado, se estima que REPowerEU costará unos US$220.000 millones durante los próximos cinco años.
- En primer lugar, el ahorro de energía está en el centro de la estrategia, es decir, como la forma «más barata, segura y limpia» de reducir la dependencia del combustible ruso.
- En segundo lugar, “más energía verde”, hace referencia a una «ampliación masiva de las energías renovables» y una nueva infraestructura basada en hidrógeno, proponiendo una nueva legislación de la UE para facilitar la construcción de parques solares y eólicos.
- En tercer lugar, para diversificarse rápidamente de los combustibles fósiles rusos, la UE está invirtiendo hasta US$12.650 millones en gasoductos y terminales de gas natural licuado para mejorar el acceso al gas y al petróleo de otros países, incluidos Egipto, Israel y Nigeria.
Por otro lado, se han pronunciado ecologistas critican la noticia porque dicen querer una ruptura definitiva con los combustibles fósiles. La suspensión total de las importaciones implica enormes desafíos para diversificar los proveedores, rediseñar las infraestructuras, mitigar el alza de precios, aumentar la eficiencia e impulsar las alternativas renovables.
En efecto, “la guerra de Putin está trastornando el mercado energético global”, dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. Por lo cual, “la última estrategia de la Comisión Europea da con una mano y quita con la otra”, dijo Eilidh Robb, activista contra los combustibles fósiles de la Red Amigos de la Tierra.