Desde 1990, el Programa Nacional de las Naciones Unidas (PNUD) trabaja en medir el nivel de desarrollo humano de las economías. En tal sentido, teniendo en cuenta que crecimiento económico no es lo mismo que desarrollo humano, el IDH es un indicador social-económico compuesto por tres parámetros principales.
Parámetros que conforman el análisis del IDH
Según IPE (2021), este indicador mide el avance promedio de un país en tres dimensiones básicas de desarrollo: una vida saludable, educación y una digna calidad de vida.
Esta clasificación anual permite seguir la evolución de un país a lo largo del tiempo para comparar su situación con la del resto de países.
Grados de desarrollo humano:
Según el PNUD, se puede clasificar el IDH en cuatro grados de desarrollo humano:
Asimismo, el IDH procura que el desarrollo de las economías no solamente sea medido a través de su crecimiento o PBI, sino que también se utilice un índice competente en reflejar la situación actual de la población de cada país.
A nivel mundial, los tres países que lideran el IDH con una escala muy alta son: Noruega (0.957), Irlanda (0.955) y Suiza (0.955). La potencia de Norteamérica se ubica en el puesto n°17 con un IDH alrededor del 0.926 (IVE, 2020).
A nivel nacional, las regiones que lideran el ránking de desarrollo humano son: Lima (0.71), Moquegua (0.66) y Arequipa (0.64). Las regiones con IDH más bajos son Cajamarca (0.43), Amazonas (0.42), Apurímac (0.41) y Huancavelica (0.38), regiones que presentan mayor desigualdad en sus territorios (El Comercio, 2019).
En el 2019, el Perú subió a 0.777 (desarrollo humano alto) a diferencia del 2018, donde se encontraba con 0.771, ubicándose en el puesto 79 de 189 países de la PNUD.
En efecto, el IDH, al igual que otros índices, sólo ofrece una imagen amplia sobre algunas de las cuestiones claves del desarrollo humano, las desigualdades de género y la pobreza.