El gobierno peruano decretó un toque de queda este martes 5 de abril en la provincia de Lima y su vecina Callao en respuesta al paro de transportistas que cumple una semana y en el que cuatro personas han muerto y otras 20 han sido detenidas producto del recrudecimiento de las protestas.
¿Qué exigen los transportistas?
Las protestas y bloqueos se originaron el pasado 28 de marzo ante la subida de precios de los combustibles y exigen eliminar la competencia desleal de los transportistas extranjeros y direccionar la reserva de carga para los gremios nacionales.
Además, urgía la eliminación del impuesto selectivo al consumo de los combustibles y la revisión de los contratos de concesión de carreteras y peajes.
Por ello, los transportistas solicitan una mesa de diálogo con representantes del Gobierno que derive en una negociación con las empresas para recortar el costo del petróleo y derivados.
Con el afán de mitigar el alza, el Ejecutivo oficializó el martes una serie de medidas técnicas, entre ellas la incorporación por tres meses de la Gasolina de 84 y 90 y el Gasohol de 84 al Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles Derivados de Petróleo (FEPC). En este fondo, lanzado en 2004 para evitar que la elevada volatilidad de los precios internacionales del petróleo se traslade a los consumidores peruanos, también se incluyó temporalmente al Diésel 2 y al Gas Licuado de Petróleo (GLP) a granel.
Además el domingo se emitió una norma que exonera temporalmente el Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) a la gasolina de 84 y 90 octanos y al diésel.
Sobre la inamovilidad social
Las restricciones comenzaron a las 2:00 de la madrugada de este martes y se extenderán hasta las 23:59 del mismo día.
«El Consejo de Ministros ha aprobado declarar la inamovilidad ciudadana desde las 2:00 de la mañana hasta las 11:59 de la noche del día martes 5 de abril para resguardar los derechos fundamentales de todas las personas, lo cual no impedirá el abastecimiento de los servicios esenciales».
Dijo el presidente peruano, Pedro Castillo.
Además, decretó el estado de emergencia tanto en Lima como Callao, «suspendiendo los derechos constitucionales relativos a la libertad y seguridad personal, la inviolabilidad del domicilio y la libertad de reunión y tránsito».